El calendario litúrgico señala que el 26 de julio se celebra a San Joaquín y a Santa Ana, padres de la Virgen María y, por tanto, abuelos de Jesús. Por eso se celebra el Día de los Abuelos.

» Los abuelos son el tronco de la familia extendida. Aportan lo que los padres no siempre vislumbran: Pertenencia e Identidad.

Abi, nani, abu, abuela/o, nona/o, bobe, zeide, tata, yaya/o, ito/a, opi, oma, baba abue, lala, babi; no importando como se les llame, el abuelazgo permite entender que, los nietos hacen posible la inmortalidad, porque al ampliar la familia, ellos prolongan los rasgos, los gestos, extienden la vida. ¡Los abuelos se ilusionan!! Miran diferente. ¡Como suelen no ver bien, usan los ojos para otras cosas!

Los abuelos aprendieron que un abrazo enseña más que toda una biblioteca. Funcionan como una especie de memoria familiar. Tienen las más pertinentes respuestas para cada tema. Curan cuerpo y alma con sus recetas y consejos.

Tienen el tiempo que se les perdió a los padres. Cuentan historias de cuando eran más jóvenes; ¡y, con cada palabra, las raíces se hacen más profundas! La identidad, más probable.

Los abuelos construyen infancias, en silencio. Son incomparables cómplices de secretos. Malcrían profesionalmente. Consideran con autoridad que, la memoria es la capacidad de olvidar algunas cosas; es por ello que no recuerdan que las mismas gracias de sus nietos, las hicieron sus hijos.

¡Son expertos en disolver angustias! La comida es siempre rica, aunque sea comprada. ¡Los abuelos no mueren, solo se hacen invisibles! ¡Bendición abuelos!! «

¡Feliz día a todos los abuelos de esta familia …Dios los bendiga!