Carmelita

En poco más de un año murieron numerosos amigos queridos. El termino obligado y recurrente pésame ya me resulta cuesta arriba.
Ahora correspondió a mi familia lamentar el fallecimiento de la Madre de mi esposa, “Carmelita” falleció a las 8 pm del día de ayer. Afortunadamente no sufrió, aceptó su destino mortal con una gran solvencia y tranquilidad.
La gente buena acepta en conciencia y libertad el camino hacia el final porque al morir el ser humano bien nacido “se asegura del supremo poderío de su libertad cierta y temerosa para morir”.
Entonces al morir Carmelita acepto su realización, por su fe sabía que el morir es como ir a dormir y el próximo pensamiento consciente – que parecerá como el próximo momento – es cuando Dios te resucita y te da tu vida de vuelta.
Extrañaremos su grata compañía de muchos años, sus poemas, sobre todo la confianza y cariño que en forma natural le gustaba compartir.
Mi abrazo solidario para mi esposa Rosario, mi Cuñado Fernando, a sus nietos, bisnietos y a toda la familia.
Descanse en paz