María Elena, mi Madre

Hoy 18 de agosto festejaba su cumpleaños mi Madre. Su nombre, María Elena, desgraciadamente ya no está con nosotros, pero en su día quiero recordarla con su fuerza y su espíritu de lucha ante la enfermedad que la aquejó durante muchos años, además de su capacidad para sobrellevar las dificultades que constituyen el hacerse cargo de nueve hijos, y siempre aferrarse a la felicidad, amor y alegría. No cabe duda una mujer que sonríe cuando quiere gritar, canta cuando quieren llorar, y no aceptar un «no» por respuesta cuando creen que existe una solución mejor, estamos hablando de una gran mujer. Felicidades Madre querida por ser siempre justa y dispuesta a darnos un abrazo y un beso en momentos difíciles.

Por eso tiene tanta relevancia ese proverbio Judío que señala: Dios no podía estar en todas partes a la vez. Por eso creó a las madres.

A quienes todavía tienen la dicha de contar con su Madre les recomiendo le dediquen más tiempo y disfruten de su compañía. Un abrazo a mi cuñada Elenita y mi sobrina y a todas las Elenitas en su día.

Víctor Manuel Tinoco Rubí