Poema

Me permito compartirles un poema que me envío mi hermano Juan José, se llama “Cuando yo me vaya” de Carlos Alberto Boaglio. Me pareció interesante la forma tan sensible de cómo trata el tema de la muerte.
Lenny Quintana escribe: La muerte, es una parte tan inevitable de la vida como el nacimiento. Si no aprendemos a considerarla como un destino natural, no podremos darle su verdadero sentido a la vida. Albert Camus, el filósofo argelino-francés que consideraba la libertad la esencia del ser humano, lo expresaba de manera contundente: «No hay libertad para el hombre mientras no supere el temor a la muerte».
“Cuando yo me vaya”.
No quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabra, vive los recuerdos… reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo, por algo me callo. Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que escribí algún día. Búscame en la silla, donde siempre estaba.
Búscame en mi cuarto, en mi almohada y cuando tengas frío ponte mis bufandas.
Escucha ese tema que a mí me gustaba, huele mi perfume, mírame en la luna, y en aquellos cirios que con Fe prendía.
Si esconden mi cuerpo, no te pongas triste, corre hacia el espacio, libera tu alma, siente los poemas, y el canto, y permite que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua, y aprende a volar como los pájaros lo hacen. Si me extrañas mucho, disimula pronto, búscame en los niños y en aquel sitio que a mí me gustaba. No pronuncies nunca la palabra muerte, es más triste a veces, olvidar muy pronto que morir mil de veces.
Cuando yo me duerma no me lleves flores a una tumba fría, grita con la fuerza de toda tu alma, que el mundo está vivo y que sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más. Los hombres que «viven- no se mueren nunca, se duermen a ratos, a ratos pequeños y el sueño infinito es solo un momento.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano y estarás conmigo y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado, para no irme más.
Saludos