Me permito recomendarles el libro “LA OTRA MITAD DEL CAMINO” escrito por JAMES HOLLIS, relata y explica que a veces, para nuestra desgracia, descubrimos que hemos estado viviendo la vida de otros, que sus valores han guiado nuestras elecciones y que lo siguen haciendo en la actualidad. Aunque nunca estemos del todo cómodos con esa vida que llevamos, parece ser la única alternativa que tenemos. Incluso cuando recibimos el reconocimiento de los demás, sentimos en el fondo que somos un engaño.

He aquí una historia real: Pensemos en la mujer de 38 años que había llegado a ser vicepresidenta de ventas en una compañía de instrumentos médicos. Viajaba en un avión de Nueva York a Denver e iba leyendo un libro. En algún punto del trayecto, mientras sobrevolaban Nebraska, una idea sorprendente se inmiscuyó en sus pensamientos: «Odio mi vida». Había identificado su vida con la consecución de sus metas profesionales, pero desde aquel instante, a más de diez mil metros de altura, supo que había estado todo ese tiempo caminando sobre la fina capa de hielo que la separaba de la depresión.

Es un libro que respeta tus capacidades, puede que más de lo que tú lo haces. Sabe que todavía necesitarás enfrentarte a todas las pruebas que te plantee la vida, que te rodea un sinfín de distracciones y que te debilitarán el miedo y el poder repetitivo de la historia. Este libro cree que para que puedas labrarte tu propio camino tendrás que ser más responsable de lo que cualquiera de nosotros querría ser y reconoce la inmensa importancia de la espiritualidad en este proceso de recuperar tu propia vida, aunque no profesa ningún credo específico que debas adoptar. Este libro te respeta y te pide que tú hagas lo mismo, y juntos saldran adelante en esta vida con una mayor integridad y un propósito mayor.

La otra mitad del camino es un esfuerzo por examinar los cambios de prioridades que se producen en esa etapa desde la perspectiva de la psicología profunda con un lenguaje y un estilo que resulten accesibles para todos.
La intención del autor es escribir tal y como te hablaría en una conversación cara a cara, con claridad y con respeto, pero desafiándote siempre a encontrar tus propias respuestas a las preguntas que la vida te plantea sin cesar.
Saludos