JOSÉ MARÍA MORELOS Y PAVÓN

Hoy se conmemora el natalicio de uno de los grandes hombres que surgió en la lucha por nuestra independencia, José María Morelos y Pavón, nace el 30 de septiembre de 1765 y muere fusilado el 22 de diciembre de 1815, es decir, a los 50 años y 82 días de edad.

“Donde yo nací es el jardín de la Nueva España”. Así, se refirió José María Morelos y Pavón a la ciudad que los poetas recordarían como la “Ciudad color de rosa… ave posada en la mitad del valle… sus calles como pliegues de ala descienden a horizontes de cerro y serranías… sucumben los crepúsculos, haciendo arder en el dorado vértice canteras de geométricos perfiles”.

Catorce años después de la muerte de Morelos, el nombre de Valladolid sería cambiado por el de Morelia.

La conciencia sobre las injusticias del virreinato, las cargas que pesaban sobre los humildes, la soberbia y el despotismo del poder español y la necesidad de quitar el mando a los europeos, para que se quedase en manos de los americanos, era una conciencia generalizada entre los mestizos de alguna manera destacados en el servicio clerical, en el comercio y en los puestos secundarios del Ejército.

Uno de los conceptos que desde mi punto de vista destaco Morelos en los Sentimientos de la Nación fue el concepto de Soberanía. Desde el nacimiento del movimiento de independencia, y durante los avatares de la conformación ideológico política del Estado, existió una idea que prevaleció constante como una aspiración incontrovertible y común entre las facciones que combatían por hacer prevalecer sus ideales, un postulado que enraíza en la decadencia de las monarquías absolutistas y que reivindica para el pueblo la noción que legitima la existencia del Estado, a saber, que la soberanía dimana del pueblo.

El espíritu Constitucionalista de Morelos queda de manifiesto cuando intenta convocar a los representantes de todos los partidarios de la independencia en la ciudad de Chilpancingo, en el actual Estado de Guerrero, para erigir el Congreso de Anáhuac, con el propósito de redactar una ley suprema para la nación.

Hoy en día el concepto de soberanía es ampliamente utilizado tanto en el discurso político como en la apreciación cotidiana de nuestra realidad social. Aparece lo mismo en los espacios televisivos que dan cuenta de los asuntos que afectan nuestra nación, en las opiniones de los foros que los abordan, como en los debates ciudadanos sobre la amenaza que para ella representa alguna realidad o política pública. Así por ejemplo, aparece como eje rector de los debates sobre la apertura de la inversión privada a la explotación de los recursos petroleros, sobre los efectos que el flagelo del crimen organizado producen en la eficacia del gobierno, o sobre el rechazo a operaciones realizadas en territorio nacional por agentes o tecnologías extranjeras con matices de poder gubernativo.

Hoy que honramos el nacimiento de Morelos tenemos que reflexiona en su memoria que existe mucho por hacer, no resulta conveniente permanecer satisfechos en la inacción tomando por sentado el legado de los fundadores de nuestra Patria, hoy en día existen muchos peligros que amenazan estas conquistas sociales. En nuestro País se han generado verdaderas lagunas por la falta de participación del pueblo. Entiendo que la corrupción es un cáncer que motiva la desconfianza de la gente y esto es una realidad comprensible, pero el pueblo debe encontrar una ventana, un medio, una oportunidad para retomar lo que le corresponde. A partir de la realidad que existe, no está en manos del gobierno, no es del interés exclusivo del Estado, ni es su lucha el descubrir cómo puede remediarse la situación, es interés principal y fundamentalmente del titular de la soberanía, es del pueblo mexicano la tarea de reivindicar nuevamente el efectivo poder político, utilizando el único medio legitimo para ejercer su soberanía, nuestras instituciones y así encauzar la actuación de sus mandatarios.

Lic. Víctor Manuel Tinoco Rubí