El arte de ser feliz

Me permito recomendarles la obra de Arthur Schopenhauer “ EL ARTE DE SER DELIZ” Se trata, según el autor, de encontrar reglas de conducta y de vida que nos ayuden a evitar las penurias y los golpes del destino, con la esperanza de que, si bien la felicidad perfecta es inalcanzable, podamos llegar a esa felicidad relativa que consiste en la ausencia del dolor.
En relación con esta cuestión, los filósofos y los clásicos de la literatura universal, ofrecen un repertorio amplio de posibilidades con sus proverbios y sentencias, que cumplen una importante función que implique consolar, aconsejar y educar. Schopenhauer llega a apreciar la filosofía no sólo como saber teorético, sino también como forma de vida y ejercicio mental; no sólo como conocimiento puro y separado del mundo, sino igualmente como enseñanza práctica y sabiduría para la vida.
De ahí la necesidad de emplear consejos y ayudas, recomendados por la sabiduría de la vida, para suavizar el sufrimiento y la infelicidad experimentados personalmente. Durante la lectura se va conociendo ejemplos que muestran una ilusión en las lejanías, mientras que el sufrimiento y el dolor son reales, que se manifiestan a sí mismos inmediatamente sin necesitar la ilusión y la esperanza. Cita y comenta la máxima de Aristóteles “ El prudente no aspira al placer, sino a la ausencia de dolor».
Por eso el solo querer, y también poder, por sí mismos aún no bastan, sino que un hombre o una mujer también deben saber lo que quieren, y deben saber lo que pueden hacer.
No es una casualidad que El arte de ser feliz, tal como se puede reconstruir, contenga exactamente cincuenta reglas para la vida. En modo de observaciones, reflexiones y comentarios, que son algo más largos que los proverbios, las sentencias o los aforismos y que consisten en instrucciones o consejos y exhortaciones pedagógicas que, según el caso, se aclaran con breves comentarios, que contienen, a su vez, argumentos de filosofía moral o bien ofrecen ejemplos.
En una de sus reglas detalla que se puede contribuir mucho a que seamos partícipes del bienestar que la vida admite. Además, que incluso los medios para ello sólo están muy parcialmente en nuestro poder: lo que está en nuestro poder es seguir estas dos reglas esenciales.
1. Reglas para nuestra conducta hacia nosotros mismos.
2. Para nuestra conducta hacia otras personas.
En fin, me pareció interesante su lectura, ojala a ustedes también.
Saludos