14 de Febrero 2020

Felicidades a nuestras amistades por ser hoy el día que nos permite reflexionar y valorar la verdadera amistad de quienes nos demuestran sinceridad, con quienes son fieles a su palabra o con quienes poseen una amplia formación.

La amistad de los hombres y mujeres se aumenta por su bondad en virtud de su frecuencia y aun cuando no exista la posibilidad de convivir, la amistad perdura porque se cultivó en forma autentica y es que los rasgos que admiran los unos de los otros se transfieren a ellos mismos independientemente de la distancia.

El hecho de que la amistad sea un asunto ético dice mucho sobre la tradición de la virtud. Cuando la moralidad es una cuestión de normas y preceptos, la amistad es irrelevante para vivir bien. Pero cuando consiste en ser una buena persona y vivir en armonía, los amigos son vitales. Por tanto, no es de extrañar que Aristóteles dedique muchas páginas al tema.

Para Aristóteles, «la amistad perfecta es la amistad de los hombres buenos y semejantes en cuanto a la virtud». Cualesquiera que sean las diferencias entre ellos, tales amigos son iguales en lo concerniente a la virtud y comparten su amistad de los hombres (mujeres) buenos.

Esto es prácticamente idéntico al consejo de Mencio, quien afirma: «La amistad debería mantenerse sin ninguna presunción basada en la superioridad de edad o condición, o en las circunstancias familiares. La amistad con un hombre (mujer) es una amistad con su virtud aceptándose con sus cualidades y defectos.

Saludos