Lic Raúl Pineda Pineda

El día de ayer falleció el Lic Raúl Pineda Pineda, nuestro más sentido pésame a sus familiares, nos solidarizamos en su pena deseandoles pronta resignación. Me permito transcribir un artículo suscrito por mi amigo el Lic. Marco Antonio Aguilar Cortés que detalla las cualidades del Licenciado Pineda.

RAÚL PINEDA, MI AMIGO
MARCO ANTONIO AGUILAR CORTÉS

Los Pineda han sido una familia numerosa, activa social y políticamente, enraizada en esa tierra caliente en donde el Río Balsas ha prohijado, entre otras poblaciones, a Huetamo, Pungarabato y Zirándaro, las tres michoacanas de origen, pero las dos últimas enlistadas como municipios del Estado de Guerrero por decreto presidencial del 9 de abril del 1907.

Conflictos limítrofes aparte, Raúl, mi amigo, era Pineda por ambas ramas: materna), paterna; y al cuadrado tenía matemáticamente la suma de las cualidades de esa estirpe.

Nació Raúl en el año 1942 en aquella región formadora de caracteres agrestes, y temples luchadores, llegando a Morelia en la temprana edad de los 12 años a cursar la secundaria dentro de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, institución que lo educó hasta otorgarle la licenciatura en Derecho, profesión que ejerció, sobre todo, en agrario y penal.

Sin embargo, su vida juvenil y adulta en elevado porcentaje fue dedicada a la política; en realidad, fue un político de todas las horas, a pesar de que la actual clase política lo haya abandonado.

Político de pensamiento y acción, con un denominador común en todos sus actos: servir a los demás, aunque no fueran sus amigos.

Con esa actitud de sembrador de amistad tuvo, en la aventura de su vida, infinidad de amigos, sin faltar los prietitos, como en el arroz, los que al parecer no le causaban desengaños, sino por el contrario, lo convencían de seguir en su franca actitud de auxiliar siempre a todos.

Sabía trabajar en equipo. El valor de su trabajo y su talento era apreciado por el resto del conjunto. Aprendió a mandar, por haberse enseñado antes a obedecer. Gustó de jugar basquetbol, tenía condición física para ello, pero curiosamente, en esa disciplina, era un individualista empedernido, balón que tomaba en sus manos lo tiraba a la canasta, y en ocasiones lo encestaba.

Fue agente del ministerio público, delegado federal de la Secretaría de Reforma Agraria, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, delegado de este partido en varias entidades federativas, secretario particular de gobernador, diputado federal, y en el ejercicio de estos cargos cumplió con esas características personales que le fueron tan propias.

Formó parte de la Generación de Abogados Benito Juárez, constituida por 20 profesionistas que convivieron en la Facultad de Derecho de la Universidad Nicolaita en la década de los años sesentas del siglo XX; organización inolvidable (para aquel entonces) ahora ya olvidada; reconocida por todos, y envidiada por algunos.

Generación que entre muchos de sus quehaceres publicó «Ensayos y Reflexiones», con trabajos de sus miembros y, en uno de esos artículos, Raúl Pineda asevera que: «Sin excusas, todos debemos trabajar para producir a favor de México».

Total, la mañana del día 26 de julio del 2018 Raúl vivió su muerte. Nuestro común amigo Gilberto Alejandro Bribiesca me comunicó el lamentable deceso: «Raúl ha fallecido, intempestivamente en cosa de segundos, así se ahorró las pesadas cargas de la senectud».
Su ego, lo he dicho, se restringió al básquet; más bien, o acaso. en su generosidad amistosa decidió evitarnos el sufrimiento que se comparte con enfermedades prolongadas.
Simplifico. Raúl fue un hombre bueno.

26 de julio del 2018.