Felicidades a mis hijos que ya tienen el privilegio de ser Padres, que saben que cuando llegas a ser padre, automáticamente eres consciente de que un día también fuiste un hijo y que con orgullo trasmiten enseñanzas de como aprender a vivir dignamente, estoy seguro que esa experiencia les permitirá aprender a concentrarse en la autoestima y la creatividad

Desde que esa nueva vida irrumpe en la tuya, se inicia una responsabilidad, al grado de reconocer que los intereses y el interés de tus hijos se antepondrán a los tuyos. Sobre todas las cosas, entenderás que te tornarás un ejemplo o modelo a seguir para esos niños que lo absorben todo.

Felicidades a mis hermanos, cuñados, mi suegro (qepd) Don José Ortiz Galera, sobrinos y amigos por tener y haber tenido ese privilegio.

En especial quiero aprovechar el festejo para recordar a mi Padre quien hace 18 años nos abandonó y a mi querido hijo Fernando, quien quizás, presintiendo su muerte, dejo a través de un mensaje, consejos que escribió para su hijo, mi nieto Fernando, este hecho refleja la sabiduría y madurez de mi hijo y su gran sensibilidad humana que lo hacía ser una gran persona. Habla de su gran responsabilidad de padre, tuvo ese privilegio y que con orgullo trasmite por medio de su mensaje.

Mi Padre el Dr. Abelardo Tinoco Aguilar se caracterizó siempre por su fortaleza física, le hacía aparentar una menor edad a la que realmente tenia, destacaba por su amabilidad y respeto en el trato con las demás personas.

Gozaba de una extraordinaria memoria, con lujo de detalle refería cualquiera etapa de su vida y la realidad que le ha había tocado vivir. En consecuencia, sus pláticas y relatos resultaban sumamente interesantes e ilustrativos.

Mi padre era un hombre bondadoso y de espíritu noble, características que han sido ampliamente reconocidas por todos quienes le trataron. Como profesionista y ser humano siempre ofreció alivió al dolor humano a través de la práctica de la medicina.

Un reconocimiento a todas las mujeres que por diversas causas tienen que realizar en la práctica la doble función, de Madre y Padre. Un abrazo.