ELOGIO DE LA TRAICIÓN

El Arte de Gobernar por medio de la negación

Esta obra escrita por Denis Jeambar y Yves Roucaute detalla en forma objetiva las circunstancias que se presentan siempre a través de la historia política de la humanidad sobre los sufrimientos de los políticos que son objeto de frecuentes ataques provocados bajo las peores excusas, muchas veces ocultos utilizando al ciudadano, los moralistas, una sociedad civil, la mayor de las veces pasiva, pero que a través de las redes sociales acusan de no cumplir sus promesas, de ceder inexplicablemente en apariencia a la demagogia, reconociendo que en muchas ocasiones se esta dispuesto a perdonar con el único objetivo de conquistar y luego conservar el poder.

En nuestro estado y en el país se está viviendo una jornada política histórica, desgraciadamente existen todavía actores políticos que siguen utilizando prácticas desleales cuando no consiguen sus propósitos personales lo hacen denigrando, desprestigiando y responsabilizar a terceros cuando no se les atiende sus intereses particulares, usan sus relaciones con medios de comunicación para abusar de la libertad de la palabra sin limitarse, pero cobardemente escondiéndose en el anonimato. Demóstenes, el famoso orador (aprendimos de él aquello de que se colocaba piedras en la boca para hablar mejor, pero no para escupirlas sobre los demás) utilizó la fuerza de la ley para defender la honorabilidad de su madre de quien se burlaba un pequeño funcionario engreído.

“En la democracia pululan los traidores, de izquierdas como de derechas y también los agazapados dentro de los institutos políticos a los que dicen pertenecer. Flores del mal para unos, del bien para otros, maldecidos por aquellos a quienes abandonan, bendecidos por sus nuevos aliados. No pasa una semana sin que alguien traicione a un «amigo», abuse su confianza, corra a socorrer al campo enemigo.”

Recomiendo la lectura de esta obra porque estoy seguro que nos dará una perspectiva practica de la condición humana relacionada con la política y por la cual podremos entender muchos acontecimientos históricos que fueron de gran trascendencia y que de una forma u otra influyeron en el acontecer histórico.

Frente a una ciudadanía cuyo nivel de formación e información aumenta sin cesar, la autoridad no proviene del diktat (acuerdo que no se somete a la imposición) sino de la intuición de las transformaciones en curso, las reivindicaciones que se levantan, las fuerzas nuevas que surgen. No es posible aceptar que el poder es una franquicia y que siempre se tendrá el derecho de ejercerlo sin considerar nuevas generaciones

Nos obliga a la reflexión cuando los autores realizan un análisis de lo que en su concepto significa la diferencia entre traición y elección, establece un equilibrio frágil con el cual los políticos no pueden jugar impunemente.

“Es sin duda en esta combinación incierta que el arte político encuentra su nobleza. Ejercicio peligroso para el que lo practica, la alquimia traición-elección camina siempre por el borde del precipicio del fracaso y el abismo de la irracionalidad.

Vale la pena leerlo y reflexionar sobre citas que contienen múltiples principios y valores como el de «Quien se niega a aplicar remedios nuevos —decía el filósofo inglés Francis Bacon— debe aprestarse a sufrir nuevos males, porque el tiempo es el mayor innovador de todos.»

Y termina la obra con esta conclusión:

“Pero el traidor recibe los ataques y las acusaciones con ecuanimidad: es parte de su gran estilo. Esta actitud frente a los moralizadores le da ese encanto seductor en un mundo desencantado.

El político que tiene alguna ambición ha de saber que los hombres aman esos desfiles de modas en que cada empresa política muestra sus estilos electorales en las elecciones dentro de los sistemas de libre competencia política. El traidor no mide si causa desprestigio a su órgano político, lo que le interesa es injuriar y desprestigiar para lavarse las manos y esconder la cara, sentido porque no logro satisfacer sus intereses personales.

LIC. Victor Manuel Tinoco Rubí