CENTRO HISTÓRICO DE MORELIA

Hoy 5 de junio significa para mí una fecha memorable por dos razones, primero es el cumpleaños de mi hijo Jorge Luis y segundo porque hoy se cumplen 18 años de haber logrado recuperar las plazas del Centro Histórico de Morelia, gracias a una acción de concertación y a la entrega de funcionarios comprometidos con su responsabilidad.

La reubicación de los comerciantes ambulantes y liberar seis plazas públicas que se encontraban ocupadas desde hace muchos años por el comercio informal, fue gracias a la voluntad social de los comerciantes informales, y a la decidida participación de la sociedad.

Se rescataron las siguientes plazas y calles:
Plaza de Armas, San Francisco, Portales del Centro, Plaza de San Agustín, Plaza Valladolid, Madero Poniente, León Guzmán. (Anexo fotos del antes y después del rescate)

Para quienes no tuvieron oportunidad de ser testigos de cómo se encontraba nuestro Centro Histórico me voy a permitir recordar todo lo que tuvimos que superar.

La gente había abandonado el centro de Morelia, que por sus características arquitectónicas, traza y sus monumentos, desde 1991 fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO (Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), pero necesitaba de ayuda para volver a ser atractiva para sus habitantes, así como para los visitantes nacionales y extranjeros, quienes pasan días conociendo y admirando las bellas construcciones que datan de los siglos XVI, XVII, y XVIII.

Entre las 1,113 construcciones catalogadas por su valor arquitectónico de parte de la UNESCO, y las más de 1,500 por el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), destaca la esplendorosa Catedral, un majestuoso edificio de cantera rosa, de estilo barroco tablerado.

La concentración de la mayoría de las oficinas públicas federales, estatales y municipales, la central camionera, los paraderos de los transportes suburbanos, la falta de estacionamientos en el centro y, sobre todo, la invasión del comercio informal en portales y algunas plazas públicas, habían convertido a la capital del Estado en un caos.

Algunos edificios que albergaban oficinas de gobierno, a fuerza de aglutinar gente habían hecho divisiones y subdivisiones; los dueños de los edificios de los portales, bloqueados por el ambulantaje, no remodelaban, por ser incosteable, y difícilmente conseguían compradores.

El turismo era escaso y casi en su totalidad sólo venía de paso rumbo a Pátzcuaro o Uruapan o a la costa, pues ¿qué le podría ofrecer Morelia?

Logramos crear una comisión integrada por autoridades Federales, estatales, municipales y población civil que, analizando la situación formulara un proyecto, al que se denominó Plan Maestro para el Rescate del Centro Histórico de Morelia.

Y fue justamente el 18 de mayo de 1999 que se formalizó el proyecto, siendo aprobado por el ejecutivo a mi cargo y el alcalde de Morelia, Salvador Galván Infante, el Patronato, fue presidido por la doctora Esperanza Ramírez Romero y como Coordinador Ejecutivo Enrique Villicaña Palomares y miembros de la sociedad civil.
Lo que siguió no fue fácil ni se pudo realizar en poco tiempo:
1.-Se reubicó la central de autobuses que estaba a dos cuadras de la avenida Madero, construyendo una nueva en el libramiento poniente. Los autobuses ya dejaron de entrar al centro de Morelia. En ese tiempo se estimó en 1,250 el flujo de autobuses y un promedio de 43,750 pasajeros diarios que ya no llegarían al centro.

2.-Se construyeron centrales para autobuses suburbanos que tenían sus paraderos en las cercanías de los mercados. Eran 800 autobuses que movían diariamente 22 mil personas.

3.-Salieron del centro la mayoría de las oficinas de gobierno. Sólo en esa primera etapa se reubicaron 18 dependencias fuera del centro. Se estimó que unas 18 mil personas dejarían de acudir diariamente al centro a realizar algún trámite

4.- En casos especiales, se construyeron edificios, como el Supremo Tribunal de Justicia, que alberga no sólo las salas de los magistrados, sino de los juzgados que estaban regados por la ciudad.

5.-El ayuntamiento también desconcentró oficinas, construyendo la unidad que ahora se encuentra en Manantiales. Unas 12 mil personas dejaron de acudir al centro.

6.- Se construyeron o habilitaron 7 espacios o plazas para dar acomodo a los comerciantes informales que se habían posesionado del centro histórico en los portales, la Plaza Valladolid, el jardín de El Carmen y algunas calles, como Valladolid y Vasco de Quiroga.

7.- además se pudo arreglar las banquetas de los portales, por consecuencia nuestro centro Histórico, empezó a lucir su señorío, esto motivó la atracción de turistas en forma importante.

Repito en esta labor participaron los vendedores ambulantes, la sociedad organizada, los tres niveles de gobierno. La reubicación se hizo en forma pacífica en las seis plazas de Morelia que formaban parte del Plan Maestro de Rescate del Centro Histórico. Con ello se recuperaba la dignidad de los morelianos y a la vez la reivindicación de Morelia como ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, que, por cierto, denominación que estábamos a punto de perder por el problema del comercio informal.

Sabemos que Morelia no es solamente su centro Histórico, que tiene muchas carencias en sus colonias, pero estoy seguro que las autoridades Municipales encabezadas por el Profesor Lázaro Medina esta haciendo un gran esfuerzo para ir superándolas.

En memoria de Enrique Villicaña Palomares, Gabriel Pérez Gil, Ing. Carlos Martínez, la participación decidida del Lic. Juan Benito Coquet, a todos los miembros del Patronato, piezas fundamentales para lograr el rescate del Centro Histórico de Morelia. Y mucha gente que participo en cada una de las áreas responsables, mi reconocimiento a todos ellos.

Morelia, Michoacán a 5 de junio del 2019.

Lic. Víctor Manuel Tinoco Rubí